A veces uno observa, que hay temas que por su relevancia son comentados, casi siempre, desde la misma perspectiva, estos temas suelen ser cuestiones que atañen a la defensa del individuo y sus libertades.
Bueno, pues hoy he tenido que leer que los ingresos derivados del canon digital superarán a los de la venta de contenidos en pocos años para recordar que la SGAE es uno de esos entes que deberían de haber desaparecido con la globalización y el libre comercio, pero que en cambio, gracias a su influencia en la vida política española, ha sabido conservar un estatus de privilegio inconcebible.
Según su página web, "...la SGAE es una entidad de gestión colectiva dedicada a la defensa y gestión de los derechos de propiedad intelectual de sus más de 66.000 socios (directores de cine, guionistas, compositores de todos los géneros de música, escritores dramáticos, libretistas, coreógrafos,...). Su misión es proteger la creación y defender los intereses de sus socios. Es una entidad privada constituida hace...", y que por lo tanto, según la ley, se define como una sociedad sin ánimo de lucro. Pues a partir de esto, la SGAE ha montado un entramado societario, dentro del cuál, la práctica totalidad de las compañías son sociedades limitadas, es decir, sí tienen ánimo de lucro.
Y cómo se lucran? Pues gracias al canon digital, el cuál, se basa en la vulneración más flagrante de un principio jurídico básico como es la presunción de inocencia, que establece la inocencia de la persona como regla, o dicho de otra forma, sólo se es culpable de un delito si se demuestra en un juicio. De este modo, el canon sólo se puede ver como un tributo casi feudal, indiscriminado, recaudado a modo de impuesto por el Estado (no voy a entrar en comentar porque se les hace ese favor... y a otros no) y basado en la presunción de delito de todo aquel ciudadano que compra un aparato en el que, o con el que, se puede grabar. Algo inconcebible en un Estado de derecho defensor de las libertades.
Para finalizar, sólo pedir la firma en www.todoscontraelcanon.es . La mía ya está.
Bueno, pues hoy he tenido que leer que los ingresos derivados del canon digital superarán a los de la venta de contenidos en pocos años para recordar que la SGAE es uno de esos entes que deberían de haber desaparecido con la globalización y el libre comercio, pero que en cambio, gracias a su influencia en la vida política española, ha sabido conservar un estatus de privilegio inconcebible.
Según su página web, "...la SGAE es una entidad de gestión colectiva dedicada a la defensa y gestión de los derechos de propiedad intelectual de sus más de 66.000 socios (directores de cine, guionistas, compositores de todos los géneros de música, escritores dramáticos, libretistas, coreógrafos,...). Su misión es proteger la creación y defender los intereses de sus socios. Es una entidad privada constituida hace...", y que por lo tanto, según la ley, se define como una sociedad sin ánimo de lucro. Pues a partir de esto, la SGAE ha montado un entramado societario, dentro del cuál, la práctica totalidad de las compañías son sociedades limitadas, es decir, sí tienen ánimo de lucro.
Y cómo se lucran? Pues gracias al canon digital, el cuál, se basa en la vulneración más flagrante de un principio jurídico básico como es la presunción de inocencia, que establece la inocencia de la persona como regla, o dicho de otra forma, sólo se es culpable de un delito si se demuestra en un juicio. De este modo, el canon sólo se puede ver como un tributo casi feudal, indiscriminado, recaudado a modo de impuesto por el Estado (no voy a entrar en comentar porque se les hace ese favor... y a otros no) y basado en la presunción de delito de todo aquel ciudadano que compra un aparato en el que, o con el que, se puede grabar. Algo inconcebible en un Estado de derecho defensor de las libertades.
Para finalizar, sólo pedir la firma en www.todoscontraelcanon.es . La mía ya está.
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