Nací en Madrid, y he vivido toda mi vida en esta ciudad... la adoro!. Soy de esa tanta gente en España que puede decir que se alegra de vivir donde ha nacido.
En los últimos años Madrid ha superado los 6 millones de habitantes, se ha convertido en la tercera capital Europea en volumen de negocios, ha construido la segunda mayor red de metro de Europa (sólo superada por la ineficiente y extensa red de Londres) y todo ello conservando un estilo único de calidad de vida y convivencia inigualable, es decir, ha sabido crecer manteniendo un "status quo" de bienestar y progreso, basado en el respeto y la tolerancia, que le ha permitido aumentar su población en más de un millón de habitantes en apenas seis años, siendo el 80% de este incremento correspondiente a la inmigración. Para mí Madrid posee las ventajas de las grandes capitales, empezando por la generación de empleo, las grandes infraestructuras y comunicaciones, la elevada calidad y variedad de los espectáculos artísticos, así como de los eventos deportivos y culturales, las universidades de prestigio, etc. Particularmente, quiero puntualizar la gran calidad de las infraestructuras, he tenido la suerte de viajar algo por Europa y creo sin lugar a dudas que Madrid cuenta con una de las mejores redes de comunicaciones, la suma de Cercanías, trenes ligeros, Metro, M-30, M-40 - de las que tanto nos quejamos habitualmente - , nacionales y radiales, unido a la ampliación del aeropuerto, es a mi parecer envidiable.
Quisiera vivir el resto de mi vida aquí, aunque cada vez veo más compañeros y amigos emigrar por diversos motivos, sobre todo económicos. Todos ellos me animan y alientan para que siga sus pasos, pero yo me resisto a tan si quiera planteármelo; puede que algún día la necesidad de algo mejor me empuje a abandonar esta ciudad en pro de una vida más acomodada, pero ahora mismo me cuesta pensar en vivir en otro sitio; es cierto, que he visto ciudades maravillosas por toda Europa, pero ninguna ha encajado con mi forma de ser, no me siento un hombre cosmopolita, me siento madrileño. Realmente, no creo que en otra ciudad sea más feliz que aquí, me he hecho a esta ciudad y ya no me veo sin ella, sin sus gentes, sus barrios o sin ese ritmo de vida tan dinámico y a veces estresante. Me encanta poder "liarme" de copas el día menos esperado, salir de trabajar para irme directo al bar a ver la "Champions", subir los fines de semana a desconectar a la sierra, las compras por el centro, las sesiones de la una de la mañana en los cines de algún supercentro de ocio, las cañas y el tapeo al sol en la Latina... no renunciaría a nada de ello. Son ya muchos años criándome en una ciudad que ofrece muchas posibilidades, dónde la variedad de ofertas en que emplear nuestro tiempo (y dinero) es abrumadora y ahora... pues estoy malcriado! ¿qué niño malcriado es infeliz?