El Primogénito

Todos los que me conocen saben que soy el mayor de tres hijos. Por ello, hoy, voy a llevar acabo un enaltecimiento de todos esos primogénitos que han sufrido en sus carnes ser los primeros en todo. De este modo, espero que quede reconocido el gran esfuerzo que hemos llevado a cabo en la "educación" de nuestro padres y hermanos.
Respecto a los padres, el hijo mayor es el primero en discutir de forma "agresiva", es el que genera los problemas, y por lo tanto, es el origen de todas las batallas que se plantean en la educación de un hijo. Con él se llevan a cabo las primeras negociaciones y/o pactos de "estabilidad", quedando definidos tras los mismos unas "reglas" de convivencia familiar que supondrán un precedente para los hijos venideros. De su tenacidad y pretensiones dependerán en gran medida los límites de la casa y las normas de la misma. Los padres, de este modo, obtienen un precedente sobre el que sustentar la educación de la prole restante, pudiendo justificarse en sus decisiones con frases del tipo "no dejamos a tu hermano, así que... por qué te íbamos a dejar a ti?". Evidentemente, los restantes hermanos obtienen un nuevo derecho en la casa... "a mi hermano le dejasteis!!". Como se puede ver, las reglas se definen en pos de la negociación que se realice con el hermano mayor, las decisiones que se toman con él para cada uno de los conflictos que genere, no sólo suponen una referencia para los demás hermanos, sino que imponen una pauta educativa.
En lo referente a la educación que adquieren, de modo indirecto, los hermanos pequeños, se podría definir como un reconocimiento de los errores del mayor durante las discuciones con los padres; observando que "batallas" pueden ganar, que "batallas" están perdidas de ante mano, y sobre todo, como ganar las que les atañen particularmente a ellos. Por lo tanto, imitan lo que ha funcionado al hermano mayor, y evitan lo que no le ha acarreado mas que problemas. De esta forma, suelen evitar los conflictos serios, así que sus discusiones con los progenitores suelen ser de mucha menor envergadura. Van prevenidos.
Yo me siento orgulloso de ser el mayor, sé de mi responsabilidad, y conozco la influencia que ejerzo sobre mis hermanos menores (cada vez menos... todo sea dicho). Gracias a ello creo que he crecido con un sentido de la responsabilidad mucho mayor, y aunque me ha costado lo mío, creo que mi contribución al equilibrio familiar ha sido imprescindible.

3 comentarios:

Unknown dijo...

El tema de los hermanos mayores y pequeños da para mucho y te lo digo por experiencia.

Yo también soy la hermana mayor, pero en mi caso hay otras consideraciones porque lo que tengo es un HERMANO menor y ahí hay una 'ligera' diferencia.

Me explico, batallas que yo perdí, luego a él se le dieron sin discusiones "porque él es chico", así que en mi caso, me siento un poco mártir porque he estado toda mi vida peleando con mis padres por conseguir cosas y muchas puertas se me han cerrado "porque eres chica".

Lo único que espero es no caer en el mismo error con mis hijos, ya que ahora lo estoy viviendo desde el otro lado y tengo otra perspectiva. Con el primer hijo te agobias por todo, todo te da 'miedo', no quieres que sufra ni se haga daño ... y cuando llega el segundo te das cuenta de que hay cosas que no son para tanto y que tienen que cometer sus propios errores y que no les puedes tener en una urna de cristal todo el tiempo.

Ahora estoy en la fase de reeducación propia para darle más margen al mayor ... ya te contaré ;)

Antonio Ortega dijo...

Casualmente yo también soy el primogénito de tres hermanos, y me identificó perfectamente con tu post, especialmente, respecto a la responsabilidad que supone ser el ejemplo a seguir para los hermanos pequeños, especialmente en ciertas edades.

Me gustaría añadir la función que tiene también el primogénito como "modernizador" de sus padres, ya que les hace darse cuenta que la vida de sus hijos no es la vida que ellos llevaron.

Unknown dijo...

Siento discrepar con todos vosotros, pero mi realidad es otra y por lo tanto, quiero que la conozcáis. Os explico:
Soy la hija pequeña de un matrimonio que ronda los 70 años, con dos hermanos mayores cuya diferencia de edad con la mía es bastante amplia. Con mi hermano pequeño me llevo 19 años, para que os hagáis una idea y yo tengo 25 años.
Mi hermana, la primogénita, ha sido una hija ejemplar, a mi forma de verlo, desde buena estudiante, muy inteligente, responsable y que casi nuca se ha enfrentado con mis padres para nada. Mi hermano, al igual que mi hermana ha acatado muy bien las reglas y aunque si que ha sido mas modernote, tampoco ha tenido grandes discusiones con ellos. Esta situación a cambiado con el tiempo, pero una vez que ellos ya no vivían en casa. ( mi hermana se casó y mi hermano se tuvo que ir a vivir a Canarias por motivos profesionales). El caso es que cuando comencé mi adolescencia en casa, estaba ya sola, la nueva primogénita, siendo la última de los hermanos. He discutido, hablado y luchado por lo que consideraba y considero justo. He intentado que mis padres no solo me entendieran, sino que se modernizaran y dejaran de compararme con la actitud que tenían mis hermanos más sumisa mientras estaban viviendo en casa. Por eso creo que la función del primogénito, no solo la puede realizar cualquiera de los hermanos de una familia….¿Que os parece?