Qué gran familia

Después de visitar a un familiar por tierras irlandesas y de quitarme, a la vuelta, todo el trabajo atrasado, he pensado en escribir sobre un tema que ya he comentado varias veces en mis círculos de amigos y que considero crítico en nuestra generación, y advenideras si las cosas no cambian, es el de la desintegración, y utilizo esta palabra concretamente, de la familia tal como la conocemos, o al menos, como yo la he conocido.
Mi concepción de familia se podría describir como un equipo de roles claramente definidos que permiten la educación y protección de sus integrantes más noveles. De este modo, la familia que yo he conocido, se identifica básicamente por tres roles: el "padre", la "madre" y los "hijos"; a los cuales se añaden otros de índole secundaria como "abuelos", "tíos", etc. Evidentemente, todos estos roles conllevan una clara connotación de consanguinidad, lo que considero lógico ya que esta relación de "sangre de mi sangre", es un vínculo afectivo imprescindible, caro está, independientemente de que dicha consanguinidad sea real o "política", como en el caso de las adopciones, ya que por ejemplo, heredar el apellido de los padres, es un claro fomento de la la misma. Por lo tanto, no considero la familia determinada por el sexo o edad de sus integrantes, es decir, da igual si el rol "padre" es hombre o mujer o si su edad supera los 60 años, el tema es que cumpla con las funciones de su rol.
Por el contrario, últimamente, cada vez se observan más familias atípicas en las que los padres abandonan sus roles para volver a los ya pasados de "solter@", dejando a los "hijos" huérfanos realmente de una estructura familiar en la que sólo crecen, no se educan. Cuando me refiero al rol "solter@", no me refiero a los padres que se separan y vuelven a quedarse solter@s, en el estricto sentido del término, si no a la mentalidad, y acciones, que conlleva este tipo de vida como pueden ser el sacrifico de la vida personal por la laboral, la poca estabilidad sentimental, y en general el pensamiento egocéntrico y egoísta, tan extendido en nuestra sociedad. La problemática es que los padres pasan cada vez menos tiempo con sus hijos, posiblemente debido a su excesivo trabajo o su incapacidad para quitar tiempo al gimnasio, las cenas con los amigos, u otros menesteres. De este modo, los sacrificios personales se realizan por mejorar laboralmente o por disfrutar más de nuestro tiempo de ocio, pero no por la familia; ¿Por qué las familias, incluso las adineradas, tienen cada vez menos hijos? Pues porque un hijo requiere dedicación, y eso supone tiempo, y... ¿A quién le sobra tiempo?
Gran parte de esta situación se puede achacar a la falta de dinero, a la hipoteca, particularmente, pero no dejo de pensar como es posible que los inmigrantes sustenten familias más numerosas que las nuestras con sus "pobres" sueldos, o que mis padres, y ya no digamos abuelos, hayan crecido en familias numerosísimas mantenidas con único sueldo, el cuál, yo consideraría irrisorio para tan siquiera independizarme.
Así mismo, veo en estado crítico el rol de la "madre", como educadora y figura afectiva; ha desaparecido casi totalmente, en gran parte, debido a la incursión de la mujer en el mundo laboral y a su "supuesta" liberación del hombre, lo cual, a mi parecer, sólo ha traído una generación de "huérfanos" emocionales, educados a base de televisión, o en el mejor caso, de niñeras, con las que no existe ningún tipo de vínculo emocional.
Sólo me queda dar gracias por la familia en la que he tenido la suerte de educarme. Qué gran familia!

7 comentarios:

Unknown dijo...

La desfamiliarización en la que hoy estamos inmersos es cada vez mas patente y más peligrosa para la educaución de las generaciones futuras. Estoy de acuerdo contigo que la situación económica y laboral, sobre todo en el caso de las mujeres,no es la mas idonea para plantearse tener una familia. Cierto es que nuestros antepasados tampoco tenian las condiciones economicas mas adecuadas, pero ellos tenian hijos por otros motivos diferentes a los nuestros para tener hijos( el cuidado de sus progenitores cuando estos se hacian mayortes, entre otros).Por otro lado no estoy para nada de acuerdo en que la incorporación de la mujer al mundo laboral ha sido el punto de inflexión para que la familia se este rompiendo y por lo tanto la educación de los hijos. En los paises nordicos con un mayor numero de mujeres trabajando la crianza de sus hijos no supone tanto problema como en nuestro país por la flexibilidad de horarios para la conciliación familia-trabajo. A ver si aprendemos de ellos y nuestro politicos nos ayudan en la conciliación, volvera a ver mas niños y mejor educados, que hace mucha falta.

Joaki dijo...

Te refieres a "esos" países nórdicos que tienen las tasas de natalidad más bajas de toda Europa?

Unknown dijo...

jaja que conservadorcillo eres joaki.......
Bueno, no es que no me guste la familia de antes (que daba mucha mejor educación que la de ahora) pero la sociedad ha cambiado demasiado, debido a muchos factores, como para mantener ese modelo, que se sostenía sobre unos pilares que han sido modificados o incluso destruidos. Hay que adaptar unos nuevos "roles" nos guste o no para seguir dando una buena educación, porque la que se da ahora ya no es tan "buena" o es mucho más dificil darla "buena" ya que antes en el 99% de las familias había un miembro casi exclusivamente dedicado al cuidado de los hijos y ahora eso ha cambiado por lo que habrá que trabajar más el tema de la educación. También es cierto que ahora hay más mujeres (al igual que hombres, pero lo peor es que ahora son los dos géneros) muy poco preparadas, incluso con conocimientos nulos de como defender una familia y llevarla a su desarrollo (que no se me ofenda nadie por favor que no estoy generalizando, sólo indico la tendencia de la sociedad lo más objetívamente posible jeje).

Saludos!

Unknown dijo...

Pues sip amigo Joaki, somos una especie en extinción que ha podido disfrutar de un modelo familiar que ya en poco hogares se practica. Y por su puesto a la larga se practicará en menor medida hasta su desaparición. Desde luego habrá que adaptar el nuevo modelo familiar, por que ahora mismo ya no educan ni los padres, ni los abuelos (solo miman por que creen que deben ser los padres los que tengan la responsabilidad de educar) ni mucho menos los profesores que carecen de poder y la confianza de los padres.

Unknown dijo...

Es triste pero es verdad que hoy en día es difícil (o nosotros lo hacemos difícil) formar una familia en condiciones. Por un lado están los 'sacrificios' que hay que hacer, tanto económicos como profesionales. Actualmente queremos llevar un ritmo de vida que supone una dificultad añadida. Antes los objetivos principales era que hubiera para comer y para vestirse, y si además podías permitirte proporcionar una educación a tus hijos, mejor que mejor. Pero es que ahora no basta con eso. Por poner un ejemplo, no vale con tener ropa, sino que hay que tener una gran cantidad para variar y estar siempre a la moda. Cuantos más hijos tengas menos ropa te puedes comprar, o puede que no te sea posible tener una casa en la playa, por ejemplo. En cuanto al tema profesional, más de lo mismo. Si quieres tener un hijo necesitas disponer de tiempo para criarlo (al menos en teoría) y puede que ascender dentro de tu empresa implique dedicar más tiempo al trabajo. Claro que si la mujer no trabaja pues los hijos van a estar perfectamente atendidos, ¿verdad?. Pero en eso no estoy de acuerdo. Desde mi punto de vista, los hijos son cosa de dos, y es una gran labor que hay que llevar a cabo día a día (eso no quita que un sólo progenitor sea capaz de llevar adelante a sus hijos en todos los sentidos, como tant@s madres/padres solter@s han hecho). Yo también vengo de una familia tradicional como tú, con padre y madre. En mi caso, yo considero que ambos han jugado un papel fundamental en mi desarrollo personal, y trabajando los dos. Eso sí, cualquiera de los dos podría haber alcanzado un puesto de mayor relevancia en su carrera profesional y han renunciado a ello por disponer de tiempo para criar a sus seis hijos. No se trata de que uno de los progenitores deje de trabajar (fuera de casa) para criar a los hijos mientras el otro continúa su carrera profesional hasta donde pueda llegar contando con la satisfacción de que tiene una familia bien atendida. Obviamente, si ambos están de acuerdo y el que se quede en casa se siente realizado así, es perfecto. Pero muchas veces no es así, y hay que llegar a un equilibrio. (Toma nota que en todo momento hablo de que ‘un progenitor’ se quede en casa, no de que la mujer, eh, porque también los hombres pueden ser amos de casa). Todo lo que he comentado se refiere a familias tradicionales Como dice Pedro, las familias tradicionales son una especie en clara extinción. Por ejemplo el divorcio es un hecho que conlleva daños emocionales a los que se suman complicaciones como son el que un progenitor tenga que trabajar el doble (para poder pagar manutenciones, hipoteca de casa familiar, alquiler/hipoteca de su nueva casa….)lo que implica mayor dificultad para ver a unos hijos con los que ya de por sí no convive. Eso sin contar con las disputas/odios que se generan frecuentemente entre los padres y que afectan negativamente a los hijos, no es fácil alcanzar la madurez mental necesaria para conseguir que un divorcio no destroce a la familia. Nos tenemos que adaptar al cambio que se está produciendo en el concepto de familia, aunque nos queda un gran camino a recorrer.

Unknown dijo...

Está claro que ya nada es lo que era en antaño, y eso incluye al modelo de la familia. Pero una cosa que está clara es que en muchas familias hoy en día se ha perdido el papel fundamental que tienen los padres en la educación de los hijo, porque señor@s, la educación, es algo fundamental de los padres y no de los maestros de escuela. Los maestros de escuela están para enseñar, no para educar a los hijos, y hoy en día creo que existe la mala manía de dejar a los niños en el colegio, y que los maestros se encarguen de enseñar y educar a los hijos. Yo he aprendido mucho en el colegio, pero la forma de comportarme, de respetar a los demás, de comer, de actuar, etc... (lo que yo entiendo por educación) me lo han enseñado sobre todo mis padres.

Unknown dijo...

Me gustaria comentar solo dos cositas:
1. En primer lugar, Joaki, la tasa de natalidad de los paises nordicos es normal. El primer país que que los lidera en estas cifras es Noruega, luego Finlandia, Dinamarca y Suecia. Si lo comparas con los datos de la Europa Maditerranea, en la que nos encontramos los españoles, el numero de nacimientos es muy bajo.
Si quieres que te pase la tabla conparativa cuando quieras...

2. Me alegro mucho de que seamos muchos los que pensemos que esto no va bien. Que la educación de los futuros jóvenes, y no lo olvidemos futuros padres y madres de este país no es buena. Nos tenemos que podener todos nosotros manos a la obra para intentar cambiar esto porque sino miedo me da.
Por otro lado dejemos de echar la culpa a las mujeres, porque sin sus sueldos tampoco se podría llegar a final de mes.A partes de las cuestiones economicas, que nadie negamos. Creo que lo que ocurre es que hay pocas ganas de como dirian nuestras madres y abualas "criar a los niños". Nos gusta mas salir, viajar, gastar que estar en casa leyendo un libro con los niños. El criar y educar no es algo que dure unos pocos años y ya, sino que se prolonga como todos sabemos hasta...SIEMPRE. Hasta que los niños se hacen lo suficientemente mayores y aun así las madres nos intentan educar toda la vida.